jueves, 24 de julio de 2014

Mi verdadera vida Parte 2 capitulo 1

Me encontraba completamente desnuda enfrente de aquel espejo de cuerpo completo, era tan excitante, tan aterrador y tan extraño mirar no solo una chica desnuda delante mío, sino saber que la chica en realidad era yo, tan extraño pero eso…
-Me gusta.
En mi cabeza un mar de emociones se peleaban con mi cordura lo que provocaba que tuviera una rara
mezcla de temor y fascinación por todo lo que “mi ser” representaba, podía sentir el ritmo de mi corazón tan acelerado que por un instante pensé que me podría dar un arritmia, en mi estómago podía sentir esa sensación de vértigo que te produce la emoción de algo nuevo por explorar.   
Desde que me mire por primera vez en el espejo del baño la duda de cómo sería mi cuerpo desnudo invadía mis pensamientos pero nada de lo que me podría haber imaginado se comparaba con lo que mis ojos eran testigos.
El tono de mi piel era realmente hermoso, pero había algo aún más delicado y hermoso que mi piel…...mis pezones.
Nunca antes había visito unos en mi vida (está claro que alguna vez mire algunos en fotografía o videos, pero nunca en la vida real).
El tono de la areola era tan delicado, comenzaba a aparecer tenuemente en mi piel justo en el centro de mis pechos, iba oscureciéndose lentamente a medida que se acercaba a la cúspide de mis aún pequeños pero muy bien formados pezones.  
Cada vez que intentaba armarme de valor y tocar uno de ellos mis manos retrocedían ante el miedo punzante de lo desconocido.
Respire lo más profundo que puede, exhale todo el aire de mis pulmones y determinado a lograr mi objetivo pose una mano sobre mi pecho derecho.
Ya antes había tocado esa nueva parte de mi cuerpo pero esta vez fue totalmente diferente, el rose de mi tacto contra mi pecho desnudo e indefenso, estremeció todo mi ser dando un clase de descargas que viajaban desde mi pecho hasta mi terminal provocando que todos los nervios de mi cuerpo respondieran al estímulo de mi pezón.
Sin darme cuenta comencé a intensificar el movimiento de mis dedos, hasta el punto de comenzar a frotar desenfrenadamente la yema de mi dedo índice sobre aquella parte de piel que respondía en cantidad a los estímulos que le provocaba.
Las fuertes descargas nerviosas que sufría mi cuerpo doblegaba un poco mi postura mientras se estremecía cada nervio que conocía, todos y cada uno a la par que mi dedo tocaba mi pezón.
Un gemido delicado, casi imprescindible se escapó por mi boca ante el incesante movimiento de mi dedo, el cual aunque fue muy pequeño vasto para secarme del trance en el que me provoque entrar.
 La excitación que me había provocado arranco de mi mente todo lo relacionado a mi moralidad, solo podía pensar en volver a sentir al placer que mi cuerpo había experimentado.
Tome entre mis dedos mi pezón izquierdo, note que ahora sobresaltaba de mi piel y estaba muy duro, su tamaño parecía que había aumentado ( o eso me pareció a mi) , comencé nuevamente a frotar mis dedos descontroladamente contra este “pedazo” de piel que tanto placer me producía y conforme aumentaba el ritmo, el placer también aumentaba.
Estaba envuelto en un espiral de placer que solo era limitado por la velocidad con la que mis dedos actuaban. El jugar tantos años videojuegos había provocado que yo desarrollara una gran velocidad en mis dedos por la necesidad de mover muy rápido las palancas de los controles y eso ahora me beneficiaba.
(Si hubiera llegado a tener una novia antes, seguramente me hubiera amado jaja)
Estaba prácticamente gritando del placer que me estaba auto provocando, mi cuerpo se retorcía de un lado al otro y mis piernas comenzaban a temblar.
De repente algo me saco de golpe del placer en el que estaba y cambio aquellas emociones de gozo por terror.
La puerta comenzó a sonar y yo solo por acto reflejo corrí a ella para bloquearla en caso de que comenzara a intentarse abrir. Yo con la mano en el picaporte impedía que el cilindro girara y abriera la puerta a lo que una vos ya conocida respondió.
-Lo siento señorita Alisson, me habían informado que se encontraba ya fuera de la habitación. Regresare después.
El chico que había traído el desayuno había regresado seguramente por su “carrito”. No me moleste en contestarle y solo escuche como se alejaba por el pasillo.
-¿Qué demonios me paso? No puedo hacer esto, no tan pronto.
Tome cordura de mis pensamientos y camine al baño tomando la ropa interior que había encontrado sin mirar atrás, sin pensar en lo que había sucedido minutos atrás.
Yo seguía desnuda y un tanto agitada por “el momento” pero al menos me encontraba en el baño, el hecho de tener mí cuerpo desnudo no era algo que me agradara en lo más mínimo, pero no tenía la más mínima idea de cómo comenzar a vestirme.
Nunca antes me había encontrado en esta posición o me había imaginado estar en ella               por favor….¿Cuantos de ustedes han intentado vestir ropa del genero opuesto de su nacimiento mientras están en un cuerpo prácticamente ajeno?
No, claro que ninguno de nosotros pensamos alguna vez en eso.
Solo estaba ahí, mirando las prendas “yacer muertas” en el piso del baño mientras yo intentaba ganar fuerzas para comenzar con tal “titánica tarea”. 
Tome el sujetador deportivo, lo mire de todos los ángulos posibles: lo miraba del lado izquierdo, arriba, lo giraba y no entendía como me colocaría eso, así que lo coloque nuevamente el piso y tome en su lugar la segunda parte de lo que supondría mi ropa interior.
Lo mire unos segundos y me di cuenta que tal vez no sería tan diferente a lo que acostumbraba vestir.  En realidad no parecía una prenda incomoda a simple vista, así que introduje un pierna justo detrás de la otra y comencé a subir por mis piernas.
Era raro sentir como algo tan apretado comenzaba a ajustar en mi cuerpo y dejaba cada vez menos espacio en mi entrepierna que no estuviera en contacto con mi piel.
La sensación de libertad que ahora experimentaba en mis piernas tenía que admitir era embriagante y cautivadora pero no puede comprobar la realidad de esta hasta que termine de subir por completo la prenda.
Algo increíble e incomprensible para los hombres estaba experimentando, como ya les he contado antes de que todo esto comenzara lo más cerca que estuve de mirar una chica desnuda fue aquella ocasión de mi hermana.
Sé que es muy patético, pero ese es el recuerdo más significativo de mi vida pero…
-¡¡Ya no más¡¡
El sentir el suave algodón con el que estaba hecha la prenda en mi piel, sin que nada se interpusiera en mi entrepierna “encendía” cada fibra de mi cuerpo y eso…
-¡¡Me gusta¡¡
Estaba disfrutando tanto sentir como esa simple prenda embonaba perfectamente en cada borde, cada curva y espacio de mi pubis la cual no dejaba nada a la imaginación. Me mire al espejo y efectivamente, la prenda era echa prácticamente “a la medida” de mi cuerpo provocando que cada línea y cada saliente estuviera en el lugar adecuado haciéndome lucir total y completamente….
-¡¡Sexy¡¡
Pero había algo que a mi mente le perturbaba, gire mi cabeza y lo único que pasaba en lo que pensaba era en aquel sujetador que antes no había podido ni imaginar ¿Cómo podría lograr colocármelo? y ahora este golpe de adrenalina y lujuria me incitaba a colocármelo.
Tome con cada mano un extremo del sujetador, lo coloque enzima mío, antes había mirado que tenía la forma de una playera de tirantes solo que parecía que la habían cortado por la mitad y bueno….tenía lugar para algo más…pero la forma era la misma y por ende tendría que colocarlo de una forma similar.
Introduje uno de mis brazos por la prenda, era muy pequeña y ajustada que apenas tenía lugar para meter mi cabeza por el hueco que se hacía entre los 2 tirantes.
Introduje el segundo brazo y me encontré en la clásica posición que tomas justo antes de meter la cabeza en alguna playera…pero esto era diferente, las playeras por lo general no son tan ajustadas y pequeñas que siente que te asfixia mucho antes de que te la coloques.
Respire profundo y comencé a deslizarme dentro de aquella minúscula prenda, pronto mi cabeza quedo dentro, pero digamos que 2 “cositas” estaban siendo ahora lastimadas por el resorte que tenía el sujetador en la parte baja del mismo.
Sentía como ese pedazo de tela raspaba y apretaba mi pecho, si de comparación hablamos a la de un chico era una mezcla de diferentes sucesos, se sentía como cuando te regalaban un camisa muy chica y cuando te la colocabas no podías ni moverte o respirar combinada con la sensación tener una erección cuando usabas pantalón de mezclilla un tanto ajustado.
Era algo realmente incomodo, trate de acomodar esa prenda intentando jalarla hacia abajo, pero el tamaño de mi pecho no dejaba que la prenda pasara y cada intento dolía “muchísimo”.
Tome un segundo aire y trate de comenzar a pensar…
-(Estira el resorte hacia delante y eso servirá.) Claro idiota.
Estire el resorte de la prenda y la comencé a acomodar sobre mi pecho, cuándo solté la prenda ya con mis nuevos “atributos” dentro algo que nunca antes hubiese podido experimentar comenzaba a sentirse en mi interior.
El sujetador se sentía tan….bien, era algo que parecía mágico. Podía sentir como el peso de mi pecho se reducía y acomodaba perfectamente. Cada respiración provocaba un rose no intencional de mis pezones con el interior de algodón suave y delicado que me hacía sentir cosquillas en mi interior.
Gire mi mirada al espejo, quería ver si me veía igual de bien que como me sentía.
-¡O POR DIOS¡  ¿ESA SOY YO?
El mirar mi reflejo ya era un echo de impresión para mí, pero lo que un poco de “ayuda” de parte de la industria de la lencería también ase su parte.
Mis pechos eran aun de una chica en desarrollo y eso me agradaba, pero con el sujetador puesto parecían de una modelo de Victoria’s secrets o algo así, los levantaban, agrandaban y parecían más suaves y generosos a simple vista y mi parte baja, bueno digamos que podrían decir que tengo mínimo unos 21 y no 15.

Era increíble lo que estas industrias hacen por la feminidad en el mundo, yo creía que la figura de las grandes modelos era solo posible tras años y años de disciplina, pero mucho de lo que un hombre observa es solo la magia de una buena ropa.
Comenzaba a perderme en esa figura, ver como cada línea era perfecta y continua a la siguiente.
Comenzaba a distraerme nuevamente con mi reflejo y eso era algo que no me podía permitir, no ahora.  Estaba “Con el tiempo enzima”, en cualquier momento el chico podría regresar o Paty vendría a buscarme.
Respire una última vez lo más profundo que pude mientras observaba el reflejo sabiendo que esta sería solo la primera de las muchas veces que lo aria a partir de hoy.  Una simple acción que para mí significa todo lo que viví y todo lo que viviré.
Regrese a donde había dejado el resto del atuendo que usaría y comencé a colocarme cada prenda en su respectivo lugar:
-Cada pierna en el pequeño short azul
-La blusa que usaría
-Los pequeños y cómodos flats de color gris.
Todo igual de femenino, igual de fascinante, igual de perfecto.
Termine y estaba decidida a salir de mi habitación, este lugar que ha sido todo lo que conozco del mundo desde aquella noche. Gire lentamente el picaporte de la puerta y…..SALÍ
Solo tenía mi nuevo celular, mis 200 pesos que saque de mi cartera justo antes de salir y una nueva vida por delante.





¿QUÉ MAS PUEDE FALTAR?