-“Sigue caminando”
Eso era lo único que mi mente le pedía a mis pies que hacer,
continuar caminando y no regresar a la habitación por el miedo que tenia de
salir como ahora lo hacía.
El largo pasillo rojo me permitió aclara un poco mi mente y
pensar en muchas cosas. Comencé a
imaginar todas las posibles reacciones que se me ocurrían de Paty cuando me
observase como lucia.
Todas tenían finales muy poco agradables para mí:
-No pudiste elegir algo más lindo que ponerte.
-Bueno, esto es mejor que nada supongo.
-¡Vaya¡ sí que eres muy linda, que te parece si te
conseguimos un novio.
-Hola linda, te presento a mi amigo…..él también tiene 15
años.
No…nada bueno pasaba por mi cabeza y en cuanto me percate ya
me encontraba enfrente al cristal del final del pasillo. Me acerque a él para
poder observar nuevamente la hermosa vista de mi ciudad, el día era muy
hermoso.
El sol radiaba con singular alegría, el firmamento azul y
despejado acogía una exuberante ciudad que era hogar de una sociedad activa y
efervescente, el reflejo tenue de mi rostro en aquella preciosa postal me hiso
comprender….
-Nunca más dejare que esta ciudad me coma, saldré y yo seré
quien la devore a partir de hoy, nunca más seré una “persona más” en esta
sociedad, seré yo quien decida qué hacer por MI MISMA.
Regrese al elevador que había dejado atrás, toque el botón
dorado de la puerta y el sonido (Tin) encamino mi ser a su interior.
El cristal traslucido de su interior me permitía observar,
algunos ojos curiosos que centraban su atención en mí.
“Tin”, se volvió a escuchar y en un suspiro profundo salí de
aquel ascensor. Una pareja joven esperaba que yo terminara de salir para poder ellos
ingresar, en un acto de inconciencia y más puro reflejo, la mirada de la chica y la mía se cruzaron.
La fascinación que el color de mis ojos provocaba a las
personas era algo demasiado común para mí por lo que no preste mínima atención
a la expresión del rostro de la chica, pero al entrelazar mirada con el chico
note algo nuevo en la forma en la que las personas me miraban, el chico primero
miro mis ojos con la misma fascinación que su acompañante pero un segundo
después su atención se centró en “algo” un poco diferente…..
Su mirada bajo y se posó en mi pecho, su rostro denotaba que
lo que veía “le gustaba”, bajo más y podía sentir como recorría cada centímetro
de mi cuerpo con una mirada que paso ser de fascinación y cambio por una de
deseó, el sentir como me “desnudaba con la mirada” me incomodaba y parece que
el chico lo noto porque retiro su atención de mi con una expresión de pena y
bochorno.
Seguí caminando y algo en mi interior se encendió, la
sensación de pena que me provocó la mirada del chico dejo en mí un sentimiento
nuevo.
El saber cómo me deseaba era algo nuevo y el sentir la atención
que recaía sobre mí por la mirada de los demás hombres me resultaba tan “increíble”,
como todos los hombres jóvenes y mayores te miraban con lujuria y saber que
ellos no podrían tenerte nunca era algo GENIAL.
El sentir como las mujeres jóvenes y mayores te miraban con
envidia cuando alguna que otra mirada de talvez sus novios se posaban sobre mí
era algo muy DIVERTIDO.
Este nuevo sentimiento provocó que de mi rostro una picara y
atrevida sonrisa se asomase de entre mis labios.
Llegue al restaurante, comencé a recorrer cada una de las
mesas con mi mirada en busca de Paty, y hay al final de todas, en una pequeña mesa con únicamente 2
sillas estaba ella. Como siempre, tan calmada, con tanta clase, tan
atractiva, con ese típico café que
reposaba sobre la mesa mientras ella leía un buen libro como siempre.
Camine discretamente hacia ella, tome la silla restante de
la mesa con mucho cuidado tratando de no revelar mi presencia y me senté en ella.
Y hay
estaba yo, emocionado, tan absorto y fascinado por obsérvala de nuevo, por un
momento me olvide de la realidad, una realidad en que la que la vida como la conocía
dejaría de existir.
Cuantas
veces no desee ir a desayunar con mi madre solo ella y yo a algún lugar como
este pero, esperen un momento! ahora ella era mi madre, había tenía el
pensamiento tan fijo en mi físico que no recordaba lo que podría ser lo más
maravilloso de todo esto, tenía una nueva madre, una que me amaba, que me
deseaba en su vida y a la que no le estorbaba.
Un
suspiro largo y profundo rompió la pasividad del momento y arrebato la mirada
de Paty de su libro, sus ojos se iluminaron al observarme. Su mirada cálida y amorosa
disperso todas las dudas y conflictos que en mi mente retumbaban.
Le correspondí
al dulce gesto de su rostro diciendo:
-Bueno;
Hola. ¿Qué tal tu café?
Sorpresa
mayúscula represento mi voz a Paty, asombro y fascinación era lo que su rostro
expresaba, curiosidad e intriga sus ojos reflejaban, amor y cariño su sonrisa
emanaban
-¡Delicioso!,
solo que no tan dulce como tu voz cariño. ¡Por fin!, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te
sientes? ¿Todo está bien? ¿Chris?
Un bombardeo
de preguntas pronunciaba, mientras que con una atención milimétrica recorría
cada facción de mi rostro. Pregunta tas pregunta las pausas eran minúsculas y
no dejaban espacio para contestar; además de que no me apetecía contestar a la mayoría
solo me resigne a asistir con la cabeza a su última palabra:
-Me fui
algo inquieta, pensé que te deprimirías o algo así Chris pero; veo que estas
bien.
Simples
palabras para muchos, sentimientos amorosos y atención para mí.
ATENCION.
Algo hermoso sin duda alguna, mi verdadera madre podía dejar de verme por días
enteros y ni siquiera interesarse por saber si estaba vivo o muerto, en cambio
Paty se había ido hace apenas media hora y ya estaba preocupada por mí, la mire
con toda la ternura de la que era capaz y le conteste con la voz más
dulce que pude entonar en mi garganta le dije:
-¡Buenos días¡ Mamá, estoy bien.
-Me llamaste mamá?- me pregunto con sus ojos llenos de
lagrimas
Yo también no lo creía, muchas veces había soñado con este
preciso momento. Muchos deseos y fantasías acercan de poder decirle Mamá, una
simple palabra que si en algún momento la pronunciara podría acabar con el
vínculo que tenía con ella, pero ahora ella era mi madre. No tenía por qué
sentir miedo de decirlo y eso me producía una satisfacción muy clara, pero
quería escuchar que ella sentía lo mismo que yo.
-Si Paty, pero si te molesta nunca más te lo diré.
-¡¡¡NO¡¡¡. Brusca respuesta cortante ante mi aclaración. -No es eso, es solo que no tienes ni la más
mínima idea de cuantas veces soñé con escucharte llamarme así, de hecho hay
algo….no olvídalo no importa
-No, por favor dime.
-Antes que esto pasare, ¿Recuerdas mi deseó?
En mi mente las palabras…..”QUE TENGAMOS UNA VIDA JUNTAS COMO UNA FAMILIA”
-Bueno, pensaba pedirte que
escaparas con migo ese mismo momento te iba a preguntar si quisieras vivir conmigo,
pero antes de poder pedírtelo ese resplandor comenzó y bueno paso esto.
Al decir esto me señalo
tratando de decir todo lo que me sucedió. Creo que en efecto mi vida iba a
cambiar de una forma u otra ese día, ella comenzó a hablar en una de las
pláticas más importantes para el resto de mi vida:
-Y…. Bueno ¿Por qué tanto tiempo
mi niña?
-Nada, es solo que es muy
difícil vestirse por primera vez- No
pensaba contarle todo claro está.
-Pero mírate, eres la chica
más linda de todo el lugar.
-Bueno…la ropa también
ayuda un poco- Dije esto para tratar de agradecerle por la gran cantidad de
ropa que me había mandado a la habitación.
-Bueno no savia que te
gustaría usar así que compre todo lo que encontré en las primeras páginas de
cada diferente estilo de ropa, esperando que alguno te hiciera sentir segura de
bajar. Es algo más “conservador” de lo que esperaba,
pero te ves muy linda de verdad.
-Bueno, Gracias fue muy
difícil encontrar algo discreto creo, jajaja-
Todo era muy natural entre
ella y yo, podía sentir como me trataba con dulzura mucho antes de esta mañana,
pero ahora ella “derrama miel” era algo hermoso que cada vez me hacía sentir
más y más afortunado de que sucediera esto.
-Bueno el menú de desayuno
seguramente ya se retiró. ¿Qué te parece si pedimos algo un poco más “pesado”?
-¿Porque? ¿Qué ora es? -No parecía tan tarde, no más de las 10 de
la mañana.
-Tanto me gaste en esos
hermosos relojes para que no te pusieras ninguno, es mas no traes ni anillos ni
pulseras, ¿Qué forma de agradecerme?
-Lo siento, de verdad no
encontré ninguno, pero no te preocupes voy por uno ahora mismo, perdón no me
tardo.
Me estaba levantando de la
mesa para correr a por un reloj cuando ella riéndose me dijo:
-Jajá, Tranquilízate, era
un broma quería ver si mi “hija” es obediente
con su madre. Felicidades pásate la prueba, Jajá
La forma en la que decía “hija” era un tono retorico o sarcástico lo que me
incomodaba y me hacía sentir un tanto culpable de mi situación.
-Muy graciosa Mamá, ¿Qué hora es? Me reserve a contestar.
-Mira tu celular
tontita- Me respondió y tomo un sorbo
más a su café mientras señalaba con la otra mano mi bolsillo derecho.
-LAS 11:30, ¿Cómo?
-Recuerdas esos 10
minutos…bueno tardaste 1 hora mi querida.
-No, pero si fue solo unos
cuantos minutos, no tarde solo me cambie eso es todo.
-Ya ves porque nos tardamos
tanto las mujeres, pero los hombres no lo entienden o ¿sí?
Eso era verdad, siempre me
había quejado del largo tiempo que les toma a las mujeres estar listas para salir,
es mucho menos cuando tu tomas el lugar de ellas, el solo hecho de elegir la
ropa supongo que me tomo más de 20 minutos y….las demás cosas bueno más.
Paty levantó la mano y en
un segundo una joven mesera apareció a mis espaldas, ella nos leyó la carta de
bebidas y postres a petición de Paty en la cual incluían algunos postes que en
mi vida había escuchado hablar de ellos, pero solo se limitó a cumplir las
simples peticiones de mi ahora mamá. Paty agradeció a la amable señorita y esta
desapareció tan rápido como llego.
Tomo un trago más a su
espumoso y cremoso café Lungo
-Bueno…Chris ¿Qué planeas
hacer con tu vida?
Su semblante no era más el
de la dulce y amorosa mamá, ahora era esa mujer fuerte e independiente que
gritaba al mundo su independencia y madures.
-Bueno…no lo sé. Realmente
no tengo idea de que hacer, toda mi vida vivía una rutina simple y fácil de
acatar. No tengo ninguna forma de salir de esto supongo y no lo sé….
Un sorbo más al café fue
todo lo que Paty hacia después de escuchar con atención mis palabras.
-Está bien. Eso ya lo
sabemos, no puedes hacer nada más, no como Chris; pero como Alisson ¿Qué planeas
hacer con tu vida?
-Bueno. No lo sé, buscarme
un novio supongo. No sé ni atarme las agujetas
en este cuerpo, ¿Qué piensas que puedo pensar de mi futuro?
Cortante pero concisa mi
respuesta fue a la pregunta de Paty. Un sorbo más al café y eso fue todo.
-Y con Christopher ¿Qué sucederá?
-No lo sé…murió supongo.
-Bueno comencemos por ahí,
cuando regresa Javier.
Ella llamaba a mi Papá por
su nombre de pila debido a que ella creía que el título de padre se debería de ganar
y no simplemente otorgar.
-No lo sé…nunca me cuentan
nada. Deben de estar seguramente en un museo o algo por el estilo.
-Comencemos por ahí, iremos
a su casa y tomaremos tus cosas, si los encontramos les contaremos todo lo sucedió,
de lo contrario solamente dejaremos una nota aclarando que te mudas conmigo. No
se deberán de molestar en buscarte y mientras menos personas se enteren de lo
que sucede mejor. Tomaremos todo; ropa, zapatos, fotos. Todo no dejaremos nada de tu recuerdo.
-¡Claro! pero; ¿Dónde iré?
-A por ropa, por maquillaje,
por aretes y pulseras, por zapatos y lencería y de ahí…Con Samanta.
Un trago más y el café término.
Una chica entrega un plato de fresas con crema y un pastel de arándanos. Retira
el vaso de café y lo remplaza por uno nuevo. Mientras una joven adolescente estupefacta
repite una y otra ves.
-¿Qué acaso estás loca? ¡DE NINGUNA MANERA! ¿Para que ir con ella?
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