CAPITULO IV
(Historia explicita)
Una suave luz se colaba a
través de una pequeña separación entre las persianas, proveniente de la ventana
que da hacia la calle, lentamente fui recuperando la visión, el destello me
había cegado por algunos segundos, comencé a sentir un intenso hormigueo por
todo el cuerpo, era evidente que había recuperado el control de mi cuerpo,
además la voz de mamá había cesado por completo, conforme las cosas iban
tomando nitidez, también el hormigueo decrecía, una vez que todo se normalizo,
lo primero que vi fue mi verdadero cuerpo aun durmiendo, con mi mano justo en
su pecho, estuve a punto de dejar escapar un grito de mi boca, justo antes de
que fuera audible logre llevar mi otra mano para cubrirla, era un hecho que
seguía en el cuerpo de mamá, dirigí mi mirada hasta mi mano que estaba sobre el
pecho de mi verdadero cuerpo, algo extraño sucedía, sentí estar tocando algo
metálico, levante inmediatamente la mano, al dejar de contactar aquel artefacto
metálico la voz de mamá reapareció cómo un disparo, se aproximo cómo el sonido
de un tren saliendo de un largo túnel, antes de que fuera mayor el volumen de
la voz de mamá, coloque nuevamente mi mano sobre aquel pedazo de metal, cómo un
verdadero acto de magia, la voz volvió a silenciarse, definitivamente aquel
artefacto tenía un efecto positivo en mi.
Deslizando suavemente mi mano por debajo del objeto metálico, pude inspeccionarlo mejor, se trataba de un medallón, era del tamaño de la palma de la mano de mamá, ligero, plateado, con grabados extraños en el perímetro, intente girarlo cuidadosamente, sin querer lo solté por segunda ocasión, y al igual que la primera vez, la voz de mamá espontáneamente se genero en mi mente, sin dudarlo regrese la mano al medallón, estaba seguro que aquel trozo de metal evitaba que perdiera mi conciencia, pronto las preguntas aparecieron:
“¿Por qué llevaba eso sobre el pecho de mi verdadero cuerpo? ¿Qué tipo de efecto tenía ese medallón sobre mi?... Jamás lo había visto”
Las sospechas no tardaron en presentarse, quizá aquella persona que poseía mi verdadero cuerpo sabia la verdad, tal vez ese medallón era el causante de que cambiara de cuerpo con mamá, necesitaba examinarlo mejor, busque en mi cabeza la mejor forma de quitarlo del cuello de mi verdadero cuerpo, estaba sujeto por un listón que colgaba del cuello, con delicadeza, me agache para sacar una caja de herramientas de color amarillo con una tapa transparente que guardo debajo de la cama, sólo guardo en su interior algunos objetos que utilizo en el taller de la secundaria, un verdadero acto circense efectuó mi mano libre para abrir la caja, no tarde en encontrar una navaja en uno de los costados, junto a unos plumones de colores, me incorpore lentamente y corte el listón para sacar el medallón.
Una vez que logre apoderarme del medallón, Salí con todo sigilo de la recámara, pensé en lo afortunado que fui de no despertar a mi otro yo. Regrese a la habitación de mamá, cerré la puerta con llave, pensando en que tal vez si aquella persona que estaba en mi verdadero cuerpo despertaba y notaba que le hacía falta el medallón no dudaría en irme a buscar. Temeroso por lo que pudiese suceder, rápidamente fui hasta el buro, busque en el cajón del centro las llaves que guardaba mamá del cuarto de servicio en la azotea, preocupado porque en cualquier momento pudiera despertar mi otro yo, tome el juego de llaves del cajón, en mi otra mano afianzaba con fuerza el medallón para no soltarlo, abandone la habitación de mamá, subí por las escaleras hasta llegar a la puerta de herrería del cuarto de servicio, estaba demasiado nervioso, me dilate demasiado en abrir las tres chapas de la puerta, constantemente erraba las llaves, volteaba frenéticamente para ver si no estaba alguien detrás mío, torpemente logre abrir la puerta, entre al cuarto y cerré la puerta con llave.
Deslizando suavemente mi mano por debajo del objeto metálico, pude inspeccionarlo mejor, se trataba de un medallón, era del tamaño de la palma de la mano de mamá, ligero, plateado, con grabados extraños en el perímetro, intente girarlo cuidadosamente, sin querer lo solté por segunda ocasión, y al igual que la primera vez, la voz de mamá espontáneamente se genero en mi mente, sin dudarlo regrese la mano al medallón, estaba seguro que aquel trozo de metal evitaba que perdiera mi conciencia, pronto las preguntas aparecieron:
“¿Por qué llevaba eso sobre el pecho de mi verdadero cuerpo? ¿Qué tipo de efecto tenía ese medallón sobre mi?... Jamás lo había visto”
Las sospechas no tardaron en presentarse, quizá aquella persona que poseía mi verdadero cuerpo sabia la verdad, tal vez ese medallón era el causante de que cambiara de cuerpo con mamá, necesitaba examinarlo mejor, busque en mi cabeza la mejor forma de quitarlo del cuello de mi verdadero cuerpo, estaba sujeto por un listón que colgaba del cuello, con delicadeza, me agache para sacar una caja de herramientas de color amarillo con una tapa transparente que guardo debajo de la cama, sólo guardo en su interior algunos objetos que utilizo en el taller de la secundaria, un verdadero acto circense efectuó mi mano libre para abrir la caja, no tarde en encontrar una navaja en uno de los costados, junto a unos plumones de colores, me incorpore lentamente y corte el listón para sacar el medallón.
Una vez que logre apoderarme del medallón, Salí con todo sigilo de la recámara, pensé en lo afortunado que fui de no despertar a mi otro yo. Regrese a la habitación de mamá, cerré la puerta con llave, pensando en que tal vez si aquella persona que estaba en mi verdadero cuerpo despertaba y notaba que le hacía falta el medallón no dudaría en irme a buscar. Temeroso por lo que pudiese suceder, rápidamente fui hasta el buro, busque en el cajón del centro las llaves que guardaba mamá del cuarto de servicio en la azotea, preocupado porque en cualquier momento pudiera despertar mi otro yo, tome el juego de llaves del cajón, en mi otra mano afianzaba con fuerza el medallón para no soltarlo, abandone la habitación de mamá, subí por las escaleras hasta llegar a la puerta de herrería del cuarto de servicio, estaba demasiado nervioso, me dilate demasiado en abrir las tres chapas de la puerta, constantemente erraba las llaves, volteaba frenéticamente para ver si no estaba alguien detrás mío, torpemente logre abrir la puerta, entre al cuarto y cerré la puerta con llave.
Estaba seguro en el cuarto
de servicio, esa habitación la utilizábamos para las visitas, así que contaba
con una cama, un closet y un baño, me trepe a la cama y me senté, colocando mis
piernas abiertas, con ambas manos tome el medallón, llevando cerca de la cara
para verlo más de cerca; una especie de formas orgánicas, parecidas a la forma
de una planta flanqueaban los costados de la pieza metálica, en la parte
inferior, algo semejante a la flor de Liz invertida remataba la base, al centro
una cabeza demoniaca, sus largos cuernos se torcían hacia la parte superior,
unas solidas tiras entrecruzadas con un gancho al final eran la decoración
superior, lo gire para ver la parte posterior, la cual era mucho más
interesante que el frente de aquel objeto; la cara posterior tenia en forma de
espiral, naciente del borde exterior hasta el centro, tenía una inscripción en
una lengua que jamás había visto, una joya turquesa remataba el centro de la
pieza, algo muy particular del medallón eran dos tipos de botones cercanos al
piedra central, mirando a detalle la piedra preciosa pude notar en el fondo
otra inscripción en una escritura similar a la del espiral centrifugo del
medallón.
Inicie una serie de
pruebas sencillas con él, lo primero que realice fue soltarlo por un momento,
inmediatamente lo soltaba, la voz de mamá regresaba, al volverlo a tomarlo
desaparecía en un parpadeo, efectué la misma prueba durante periodos de tiempo
cada vez más largos, en el último intento casi perdí el control del cuerpo.
Habiendo confirmado que el medallón me mantenía con la pleno control del cuerpo de mamá, decidí elabora otro tipo de prueba, me intrigaba saber cuál era la utilidad de los botones, así que apreté uno y después el otro, sólo emitía un “click”, luego los apreté simultáneamente, un vertiginoso mareo me sacudió, sentí cómo si un fuerte golpe me hubiese conectado por la espalda, enviando todo mi peso hacia el frente, una vez que recupere el equilibrio, descubrí, quizás lo más sorprendente que había visto en mi vida, mi visión se torno azulada, un tono idéntico al de la piedra del medallón, era como si trajese unas gafas de cristal azul, gire la cabeza para mirar el entorno, la sorpresa fue cuando observe lo que estaba a mis espaldas, era el cuerpo de mamá completamente inconciente, como acto reflejo di un salto de la cama, no podía creer lo que veía, mi alma se había desprendido del cuerpo de mamá, algo similar a los cuentos de los viajes astrales, dando algunos pasos lejos de la cama, pude percatarme que era como si hubiese detenido el tiempo, estaba impresionado, bastaron segundos para que el miedo me invadiera, me asusto el sentirme fuera del cuerpo, instintivamente di un salto hacia el cuerpo de mamá que estaba sentado en la cama, un fuerte estremecimiento me provoco un nuevo mareo, sentí que la cabeza me giraba sin control, en cuanto el mareo se detuvo, note que había regresado al cuerpo de mamá, me sentí tranquilo, el desprendimiento fue una sensación aterradora, era claro que no volvería a intentarlo, no en ese momento.
Habiendo confirmado que el medallón me mantenía con la pleno control del cuerpo de mamá, decidí elabora otro tipo de prueba, me intrigaba saber cuál era la utilidad de los botones, así que apreté uno y después el otro, sólo emitía un “click”, luego los apreté simultáneamente, un vertiginoso mareo me sacudió, sentí cómo si un fuerte golpe me hubiese conectado por la espalda, enviando todo mi peso hacia el frente, una vez que recupere el equilibrio, descubrí, quizás lo más sorprendente que había visto en mi vida, mi visión se torno azulada, un tono idéntico al de la piedra del medallón, era como si trajese unas gafas de cristal azul, gire la cabeza para mirar el entorno, la sorpresa fue cuando observe lo que estaba a mis espaldas, era el cuerpo de mamá completamente inconciente, como acto reflejo di un salto de la cama, no podía creer lo que veía, mi alma se había desprendido del cuerpo de mamá, algo similar a los cuentos de los viajes astrales, dando algunos pasos lejos de la cama, pude percatarme que era como si hubiese detenido el tiempo, estaba impresionado, bastaron segundos para que el miedo me invadiera, me asusto el sentirme fuera del cuerpo, instintivamente di un salto hacia el cuerpo de mamá que estaba sentado en la cama, un fuerte estremecimiento me provoco un nuevo mareo, sentí que la cabeza me giraba sin control, en cuanto el mareo se detuvo, note que había regresado al cuerpo de mamá, me sentí tranquilo, el desprendimiento fue una sensación aterradora, era claro que no volvería a intentarlo, no en ese momento.
La ultima función que
encontré en el medallón era algo referente con el cristal azul del centro,
coloque mis dedos para ver si podía retirar la joya, sin tener éxito, sin
embargo, pude darme cuenta que podía girarse con dirección contraria a las manecillas
del reloj, la rote un cuarto, cómo si marcara las nueve horas, asombrosamente
la piedra cambio de color, tomando un tono morado y emitiendo un “click”, volví
a rotarla, la segunda ocasión volvió a girar un cuarto de vuelta, cómo si
marcara las seis horas, un “click” acompaño a un nuevo cambio de color, el
morado se torno rojo, espero algunos segundos, aguardando algún tipo de efecto,
sin cambio alguno, volví a girar la piedra, un tercer “click” acompañado por un
naranja en la joya marcaban las tres horas, sin demora alguna ese
desplazamiento tuvo un efecto en mi, un bombardeo de imágenes se proyectaron en
mi mente, miles de recuerdos fueron vaciados en mi memoria, sentí un fuerte
dolor en la cabeza mientras toda aquella información entraba en mi cerebro.
El tiempo que demoro el efecto del medallón lo
desconozco, pero sin lugar a dudas, algo increíble había sucedido, toda la
memoria de mamá, todas sus vivencias, todos sus conocimientos, ahora formaban
también parte de mi, era cómo si su mente se hubiera fusionado con la mía,
conocía todos sus secretos, todos sus recuerdos, fue fantástico, el medallón me
brindaba un control absoluto del cuerpo de mamá. Desgraciadamente el efecto
tenía una corta duración, transcurriendo los cinco minutos, toda aquella información
desapareció de mi mente, en automático la piedra termino su giro de trescientos
sesenta grados para regresar a su color inicial.
Tenia en mi poder un
poderoso objeto, era definitivo que ese instrumento era el causante de que
cambiara de cuerpo con mamá, sabía que con lo recientemente descubierto acerca
de las funciones del medallón, era suficiente para descubrir la verdad de la
noche anterior, sólo bastaba girar la piedra ciento treinta y cinco grados;
tome de nuevo entre mis dedos la piedra, pronto conocería la verdad.
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