miércoles, 22 de enero de 2014

Mi verdadera vida CAPITULO 6

Mi verdadera vida.
CAPITULO 6
Un resplandor más fuerte que el mismo sol que me había segado momentos atrás se apodero de la habitación envolviéndonos a ambos en un rayo color dorado proveniente de la velita que tenía aquel pastelito.
Podía sentir el calor que el mismo emanaba y me quemaba toda la piel. El dolor de ese rayo de luz fue demasiado para mí y termine desmallándome sobre el piso de la habitación.
Unos momentos después desperté en el piso de la habitación mirando hacia el techo de color rojo que tenía su decoración, estire mis brazos en señal de que me levantaría del piso pronto,  frote mis ojos con mis manos para intentar recuperar la visión que aquel resplandor  me arrebato.
Levante mi cuerpo del piso y me coloque de pie aun adormilado y ahí fue cuando me percate de lo que acontecía en aquella habitación de hotel.
Al dar el primer pasó después de despertar mi cuerpo callo rendido al piso, note que mis pies rosaban con algo que me impedía moverme con libertad, todo el cuerpo me dolía y la mirada  la continuaba teniendo borrosa.
Trate de enfocar mi mirada en la pequeña mesita que se encontraba en la sala de la habitación.
 Me disponía a caminar a la mesa de centro pero cada paso doblegaba mi cuerpo y lo obligaba a acercarse nuevamente al suelo de la habitación.
Logre llegar prácticamente arrastrándome a la mesita de centro donde con el apoyo de esta me logre poner de pie, la cabeza me daba vueltas y la mirada borrosa no ayudaba en nada.
La vista de poco en poco se comenzaba a normalizar cuando logre por fin observar que sucedía, los espejos de la mesita de centro me ayudaron a lograr observar mi “situación”.

Mi reflejo…. No era el mismo que conocía.
En esos pequeños espejos que tenía logre ver a una chica o eso me pareció ver, no veía nada y eso se debía a que los pequeños cristales estaban tan opacos que no reflejaban gran cosa.
Gire la mirada unos pocos metros mas a un espejo que tenia el tocador de la habitación y logre ver en este claramente mi reflejo. 
En el espejo se encontraba una chica hermosa  de pelo  muy obscuro.
Me asusté mucho y retrocedí unos pasos hasta toparme con un sillón de la sala me tropecé con mis tenis y me recargue en el sillón para sentarme en el piso.
El incesante pulso de mi corazón acelerado entrecortaba mi respiración, cuando por fin logre tranquilizarme un poco me arme de valor y gire mi rostro hacia el espejo de cuerpo completo que se encontraba en la sala a un lado de la televisión.
Aun en el piso mire.   Mi …”reflejo” no estaba , logre observar una chica de unos 15 años con un rostro perfecto.
Me coloque lentamente de pie sin dejar de mirar un solo segundo el  reflejo, esperando que repitiera lo mismo que yo hiciera.
Me acerque al espejo lentamente y toque el mismo para comprobar de una vez por todas si…. en realidad era yo LA CHICA DEL REFLEJO.
Retire mi mano del espejo y comencé a verla detenidamente, era más delgada y delicada.
Mire nuevamente el espejo y toque mi rostro a lo que el reflejo copio igualmente.
Mi rostro se sentía suave, fino y muy delicado.  Era el de una chica sin duda.
Atrás de mí escuche la voz de Paty que me decía:
-Chris ¿Dónde estás?
Escuchaba el sonido de sus tacones altos caminar hacia mí.
Salió de mi cuarto hacia la pequeña sala donde me encontraba. Yo permanecía en silencio, petrificado por la incertidumbre de ¿qué sucedería cuando llegara junto a mí?
Esa pregunta pronto se esfumaría.
Los pasos incesantes de los tacones de Paty retumbaban en mi cabeza mientras mi corazón parecía que iba a explotar.
Paty salió de mi habitación y se me quedo viendo de manera muy extraña.

Comenzó a alarmarse en cuanto di un paso hacia ella y me dijo:
-¿Quién eres tú?  ¿Dónde está Chris?
No savia que sucedía y ahora el ser más especial en mi vida no me reconocía. Yo dije:
-Paty soy yo Chris ¿Qué no me reconoces?
Rápidamente cubrí mi boca, el sonido de mi voz era completamente diferente, pase de una voz grabe muy bien entonada a una dulce y un tanto tímida voz femenina
Ella retrocedió aún más y me volvió a preguntar lo mismo, a lo cual respondí de la misma manera que lo avía echo. Parecía que no me creería pero algo en ella cambio al darse cuenta de la sinceridad de mis palabras, solo camino hasta estar delante de mí, me tomo del rostro con un agarre muy fuerte clavándome la manicura y provocándome daño. Ahí estaba yo, parado mirando hacia arriba los ojos color almendra que parecían querer matarme. Y en un acto de total espontaneada la ira que mostraba hacia mi, desapareció al mismo tiempo que mi rostro fue liberado  
-¡¡Chris¡¡ ¿Qué te sucedió?
Dijo esto al mismo momento que dio un paso para atrás y comenzó a diseccionarme con la mirada de arriba abajo. 
Yo me limite a decir con una voz quebradiza y mas aguda de lo que me gustaría admitir 
-No lo sé, tengo mucho miedo y me siento muy mal.
Ella se apartó de mí, cerró la puerta de la habitación, me tomo de la mano y nos sentamos en el sillón mirándonos entre nosotros.
Se quedó mucho tiempo observándome y yo a ella hasta que saco de la bolsa de su pantalón su celular y en este me enseño una foto.
Eran 3 chicas en traje de baño junto a una alberca 
Me dijo:
-La que está en medio de las 2 soy yo cuando tenía 15 años de edad, y nos encontramos en la casa de mis padres.
Mire esa foto unos cuantos segundos y después gire mi cabeza hasta donde se encontraba el espejo.
El reflejo de la chica en este era muy parecido a la foto de Paty.
Ella me dijo:
-No entiendo como cambiaste  pero tus ojos  no lo hicieron.
En efecto mi rostro era el mismo de la chica de la foto solo lo único diferente eran mis ojos (el tono de mis ojos es muy peculiar, es un verde muy raro casi llegando al azul)
Le dije:
-¿Cómo paso? ¿Cómo es posible que sea una chica?
-No lo sé, pero lo averiguaremos
Mi celular sonó y Paty lo tomo de la mesita de aun lado de la cama donde lo avía colocado yo la noche anterior.
Me lo entrego y un mensaje me dejo boquiabierto:
-Chris: sé que mi visita fue muy rápida y te deje con muchas dudas, algunas más grandes que otras pero todo en esta vida sucede por alguna razón y el cambio que hoy tienes es por el deseo que Paty pidió al soplar la velita.  Si te preguntas ¿quién soy? Soy la señora que te dio el regalito en la calle la otra noche, soy la misma que te encontró por “casualidad” anoche.  Soy la mama de Paty.
El día de hoy has dejado de ser Christopher  para convertirte en  Alisson mi querida nieta,  hija de Paty.
El día del accidente donde el avión se estrelló justo antes de morir le rogué a dios que me diera la gracia de ver a mi hija como una madre, pero ella quedo estéril ese mismo día así que tuve que esperar a la persona ideal que sería la hija/hijo de Paty. No he podido descansar en paz ese asunto pendiente me aparta del mas allá y solo con su felicidad yo seré libre.
Por eso te di el regalito a ti, pensé que tu pedirías ser su hijo, pero cuando Paty pidió el deseo  pronuncio una palabra mal la cual dictamino tu genero.
Si piensas ¿Cuándo regresaras a tu vida?
Lo siento pero esa decision no la puedo tomar yo,  ahora soy libre y no me puedo encargar más de este asunto. LO SIENTO MUCHO.
Lo primero que se me ocurrió fue:
-¡¡¡¡¡Qué demonios nunca regresare a ser yo otra vez¡¡¡¡

Paty lucia incrédula de las palabras del mensaje no se creía lo de su madre.
Pronto me pregunto que si lo que decía el mensaje era real, ¿En verdad su madre me lo avía dado?
Me pidió que describiera a la señora que me había dado el regalito.
A lo que procedí a describir a aquella señora:
-La verdad se veía como una persona mas no tenía nada en particular.
Era de una edad avanzada y tenía el pelo de color negro, tenía un rostro de amabilidad y de mucho amor además de una pequeño lunar  en el ojo izquierdo.
Ella solo se limitaba a mirarme detenidamente hasta el punto de ponerme nervioso y no poder sostener la mirada contra la suya.
Cuando termine mi descripción dando la mayor cantidad de detalles que pudiera recordar ella solo se levanto del sillón y comenzó a caminar de un lado al otro de la habitación
-No se que planeas hacer pero esto ya perdió la gracia niña, no se como entraste aquí o porque Chirs pieza que es una buena idea decir toda esa cantidad de mierda para hacerme sufrir pero no te doy credito. 
Yo me quede atónito ante esta explicación y solo me quede en silencio mirándola hasta que ella me volvió a interrumpir:
-La señora que viste ¿no tenía una cicatriz en pómulo izquierdo? ¿O sí?
Yo asentí,  eso era correcto y cada vez me asustaba más y más.
Tomo su celular nuevamente y me volvió a mostrar una foto de ella en lo que parecía ser una reunión familiar o de trabajo.
En la pantalla de aquel Smartphone se podían distinguir muchas personas muy diferentes las unas de las otras y hasta el fondo de aquella tremenda multitud Paty abrazaba a una señora.
Mire el celular totalmente impactado al notar que la señora que abrazaba Paty era la misma que encontré en el hotel la noche anterior le pregunte:
-¿De donde sacaste esta foto? ¿Porque abrazas a esa mujer como si la conocieras de toda la vida?
-Esa es la última foto que me tome con MI MAMA. Esa mujer es mi madre.
Era más que obvio que su madre fue la causante de esto pero el problema no era ese sino más bien como regresar a hacer yo mismo.
-Espera un segundo, necesito tiempo para procesar todo esto.
Es muy difícil para mí entender esto necesito calmarme y pensar en mi cabeza que sucede ¿Me podrías dejar solo unos minutos por favor?
Fue lo primero que se ocurrió para qué mediera unos momentos asolas y poder calmarme de una buena ves .
Paty de una manera muy comprensiva me dejo solo nuevamente en mi suite.
Paty salió por la puerta de mi habitación y cerro dejándome solo por un tiempo.
Me levante del sillón y camine al picaporte de mi puerta para ver si no estaba afuera espiándome pero no había nadie.
Abrí mi puerta y mire a los dos lados del largo corredor donde se encontraba mi suite para ver si no había nadie y en efecto estaba tan solitario como la noche anterior.
Supuse que Paty se había retirado a suite la cual se encontraba junto delante de la mía solamente separada por el gran corredor rojo.
Regrese a mi habitación y cerré mi puerta colocando a la misma seguro.
Me quede varios segundos parado frente a mi puerta  únicamente respirando sin pensar en nada o hacer algo.
De pronto algo en mi interior se “prendió”, di media vuelta y me dirigí al gran baño de mi suite.
Abrí la puerta de color gris opaco que se encontraba al lado de la habitación donde la cama estaba colocada, supuse que esta era la correspondiente al baño.
Busque antes que otra cosa un apagador para poder iluminar la gran habitación y después de tocar unos instantes el muro que se encontraba a mi mano izquierda lo encontré.
Las luces se prendieron las cuales me dejaron ver un baño enorme en el cual se encontraba una bañera, una regadera de cascada, un váter y un mingitorio en su interior.
Entre y busque un lavamanos el cual logre observar al final de la gran habitación.
Camine hacia él y  antes de observar mi reflejo en el espejo que tenía el lavamanos sobre él salpique mi cara con abundante agua fría que salia del grifo. 

Levante mi mirada y el rostro que acontecía sobre el espejo era hermoso a mas no poder era “mío”  pero lo único que recocía eran mis ojos.
Pronto mi boca quedo abierta del impacto de no verme en el espejo.
Comencé a tocar muy cuidadosamente mi rostro y esas delicadas caricias se sentían tan diferentes a cualquier otra sensación que hubiese experimentado en un pasado.
Todo era tan suave y delicado que parecía irreal lo cual en vez de sorprenderme gratamente me asustaba  y me petrificaba ante el espejo.
Las expresiones que demostraban el rostro de la chica, se podía notar el temor y la confusión en su mirada, pero no importaba eso.
 Las expresiones que tenía su rostro la hacían ver hermosa y un tanto sexy lo que pronto acelero mi corazón hasta el punto de sentir que “tenía el corazón en los oídos”.
Aparte la mirada del espejo, no podía soportar “observarme pero no verme” en el reflejo, baje mi cabeza y fue cuando comprendí que por más que quisiera no podría ignorar lo que sucedía delante mío.
Al caer mechones de cabello rubios delante de mi frente mi respiración comenzó a entrecortarse y me agite demasiado.
En mi cabeza miles de pensamientos pasaban de un lado al otro desde preguntas tan simples como por ejemplo:
¿Cómo se escuchara mi voz? Y ¿Qué estatura tengo?
Hasta pensamientos tan enfermizos como:
¿Qué tengo debajo de mi playera? Y ¿Podre usar pantalones ajustados de la entrepierna?
No podía concentrarme y el incesante ritmo de mi corazón no ayudaba en lo más mínimo. Me arme de valor y volví a levantar mi rostro.
Aparte las delgadas tiras de cabellos de mis ojos con mis manos y decidido a descubrí de una vez por todas quien era yo ahora,  tome mi playera desde la cintura y en un rápido movimiento me desprendí de la prenda pasándola desde mi torso hasta mi cabeza donde la logre sacar después de batallar un poco con mi cabello.
Esa acción cerró mis ojos y decidí quitarme el pantalón mientras aun tenía los ojos cerrados y valor en mis actos.
No tuve necesidad de desabrochar mi pantalón, de una manera totalmente accidental mis pantalones cayeron hasta mis rodillas donde tuve que intervenir para poder quitármelos por completo.


Podía sentir la temperatura congelante de las pequeñísimas corrientes de aire helado que circulaban a mi alrededor  y me estremecían en constantes escalofríos,  cada prenda que retiraba y la temperatura que decencia en mi interior entrecortaba mi respiración más y más, al igual que me corazón se aceleraba.
 En un arrebato de valor decidí abrir mis ojos y ver de una buena ves ¿Qué? Me había pasado.                               La mirada la mantenía en el reflejo de mí ahora rostro hasta que decidí bajar la mirada y ver que le sucedió a mi cuerpo.
Mi sorpresa fue mayúscula al encontrar justo debajo de mi cabeza un par de senos bien formados e incluso grandes que  se escondían sutilmente en un sostén de color blanco con lo que parecían puntitos de color rosa, salí prácticamente corriendo de la habitación al espejo de cuerpo completo que se encontraba en mi suite.
Al llegar me detuve un par de segundos pasmado de la impresión de ver no solo un rostro totalmente diferente al mío en mi reflejo sino más bien todo un “ser” totalmente extraño y lo peor…..una chica en ropa interior que tenía un cuerpo absolutamente envidiable.
La chica del reflejo tenía una cara de ángel con un cabello dorado y piel bronceada perfectamente que se dejaba observar debido a que únicamente llevaba puesta un conjunto azul con encaje blanco en las orillas que cubría su sexo de la desnudes total .
Una chica que aunque se le notaba que aun era una “niña” tenía unos atributos que no cualquiera puede presumir.
En mi interior pensaba que aquella chica de ninguna manera podría ser yo pero algo “hay abajo” demostró todo lo contrario.
(Muchas veces escuche hablar de que cuando una chica se excita la zona íntima de esta se veía envuelta en un proceso antes del coito donde la mujer lubrica su zona íntima y llega a sentir lo que vulgarmente conocemos como “se moja”, nunca entendí esto por qué lo decían o como se daban cuenta pero ahora todo me había quedado claro).
Comencé a sentir como  el ritmo de mi respiración se hacían más largo y profundo, comencé a sentir un calor que me invadió de arriba hacia debajo de mi ser y una ligera presión en mi cuerpo que con cada respiración era liberada y absorbida nuevamente en un ciclo interminable.
Pero “la gota que derramo el vaso “ y me regreso a mi ahora realidad fue que después de todo lo que ya sentía en mi interior una extraña sensación invadió mis piernas, sentía como si flotara en mis piernas las cuales justo en la entrepierna sentía un calor inmenso y una sensación parecida a que tuviera algo húmedo entre ellas .
Fue cuando note que ME HABÍA EXCITADO VIENDO EL REFLEJO DE LA CHICA DEL ESPEJO.
Decidí alejarme de aquel reflejo y calmarme ante lo que acababa de suceder, camine hacia el sillón de mi sala y cada paso que daba mantenía mi excitación o incluso la agrandaba.
Sentía con cada paso como aquellas “2 cosas” rebotaban de un lado al otro mientras mis caderas se movían en un vaivén distrayéndome cada vez más.
Me senté y al caer note de una manera muy rara que el asiento era más cómodo e incluso más alto de lo que recordaba. Mi pecho me distraía cada vez más y más, mi entrepierna se sentía más caliente de lo normal.
El sentarme con las piernas abiertas me produjo frio al sentir como mi ahora sexo entraba en contacto con el frio climas de invierno lo que me produjo que cerrara mis piernas cruzando una por arriba de otra y ahí fue cuando me di cuenta de otra más de las características del cuerpo de la chica del reflejo.
Al estar solamente en ropa interior podía sentir como mis piernas, mis muslos rozaban el uno contra el otro sin que nada les “estorbara en medio”.
Se notaba que la chica del reflejo cuidaba mucho de sus piernas. Estaban completamente depiladas y muy suaves.
El rose provoco en mí que tuviera la necesidad de tocar esas bien tonificadas y torneadas piernas que parecían ceda al tacto.
Me incline y fue cuando nuevamente mi pecho reclamo la atención. No podía alcanzar mis tobillos sin que mi pecho rosase contra mis piernas.
Todo eso era único e impresionante. La suavidad de la piel de la chica del reflejo era impresionante, su pecho era tan grande y suave que no podías ni caminar sin sentirlo pedir a gritos mi atención, su cintura totalmente definida provocaba que al caminar tuvieras un movimiento de sensualidad increíble, su trasero era tan voluminoso que al sentarse sentía como me levantaba y hacia más cómodos los asientos y su entrepierna mostraba la libertad que tiene en esa área además de amplificar tus sensaciones un %100.
Pero no, no son los aspectos de “la chica del reflejo” ……ahora son los míos.
Yo soy el que tiene el cabello largo, rubio y la cara de ángel.
Yo soy quien solo lleva puesto el conjunto de color azul con encaje blanco.
Yo soy quien tiene esas “2 grandes niñas” en mi pecho
Yo soy quien siente como su respiración se acorta, su temperatura crece y su presión se libera.
Yo soy quien “se mojó” viendo su propio reflejo
Yo soy quien camina moviendo su bien definida cintura.
Yo soy quien tiene el gran trasero que hace todo más cómodo.
Yo soy quien no tiene nada en su entrepierna.
Yo soy el que cuida y tiene sus piernas de ceda.
YO SOY LA CHICA DEL REFLEJO.

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