miércoles, 22 de enero de 2014

Mi verdadera vida. CAPITULO 4

Mi verdadera vida.
CAPITULO 4
Era cerca de medio día y como era domingo muchos de los lugares concurridos estarían vacíos como el cine o la pista de hielo así que le propuse que fuéramos a una plaza que se encontraba seca del centro de la ciudad donde se encontraba su café.
Ella acepto y así que tome mi cartera, mi celular y una gorra para después dirigirnos a ese lugar.
Paty cerró únicamente la gran puerta de cristal con llave argumentándome:
-La ciudad está desierta, no creo que nadie venga, Aller no lo hicieron no hay motivo para pensar que hoy si lo aran.
Caminamos a su carro, era un Audi R8 (yo les dije que era rica ¿no?) color gris plata con interiores negros y con quemacocos.
Llegamos al centro comercial, en efecto estaba vacío pero por capricho del destino me tenía que encontrar con mi peor pesadilla…..como les conté anteriormente yo no era el más querido de mi escuela y muchos sabían que en mi familia tampoco lo era, mis compañeros eran muy crueles si de insultos o humillaciones se tratase en mi escuela y más específico en mi salón existía “el clásico grupito” que se encargaba de hacernos sentir miserables.
Este grupo estaba compuesto por personas como mi familia. Niños malcriados por el dinero o por el ego que les daba alguna habilidad sobresaliente.
Muchos de “Los” y “Las” integrantes de este grupo eran los más apuestos de mi salón, pero había alguien que se destacaba del resto…… ella era…… Samanta.

Samanta era la chica más hermosa e inteligente de toda la escuela, era  la hija del dueño de los restaurantes de mayor lujo de toda la ciudad, era por mucho la chica más lista de la escuela y la más favorecida por las hormonas de la entonces adolescencia.
Era una chica de cabello rubio oscuro  y  de tez blanca, media como 1 metro con 62 centímetros, tenía los ojos de un tono negro que te atraían a verlos  como si se tratase de algún ojo de alguna famosa, sus facciones eran perfectas y su cuerpo era igualmente perfecto.

Era hermosa por fuera pero era una chica que solo tenía la mirada de ángel porque cualquiera que conviviera con ella más de 10 minutos se daría cuenta de que su ego y su prepotencia era exagerada.
Al ser cortejada por muchos creía que era el centro del mundo y que nadie era lo suficientemente bueno para que se le acercara, al ser una chica lista creía que todo pensamiento por más estúpido que tuviese era acreedor al premio NOVEL.

Era despiadada como ninguna pero sobretodo hipócrita y altanera.
Ella junto con el demás grupito de “chavos JUNIOR” se encontraba patinando en la pista de hielo de la plaza,  lugar por el que Paty y yo nos encontrábamos.
No me había percatado de su presencia  hasta que a lo lejos escuche.
-Samanta ¿no es ese de ahí Christopher?
Le dijo una de sus amigas llamada Paulina que era igual muy bonita
-¿Qué hace con esa chica de la mano?
-No sé, pero vamos a averiguarlo.
Contesto Samanta
Ellas junto con unos chavos un poco mayores que yo se dirigieron a una esquina de la pista, un lugar por donde el pasillo que recorríamos quedaba comunicada con el vidrio de la pista de hielo.
Samanta se dirigió a mi como “TOPO” (así me llamaba ella como apodo).
Yo solo le dirigí la mirada diciendo hola.
Ella me dijo:
-Hay ya Chris, sabes que así nos llevamos no seas cruel con migo enfrente de tu amiga, no vendrás hoy a tu fiesta en mi casa ya casi es hora de que nos vallamos, claro ella también está invitada.

Me detuve de mi incesante paso para responderle de una manera cortante para que me dejara de una buena ves, pues ese día no me apetecía soportar sus “Chistecitos”.
La mire fijamente y note lo bonita que era, agite la cabeza para centrarme y responderle cuando Paty intervino.
-Mucho gusto querida, me llamo Patricia y soy una amiga del hermano de Chris y solo vine de compañía para conocer la ciudad, soy nueva aquí y me está enseñando el lugar, creo que yo soy más importante que una fiestecita tuya.
Esa respuesta la dejo fría y antes de que pudiera responder otra cosa , Paty me tomo de la mano y seguimos nuestro camino al cine al ver algo que me animara.
 Ella solo me dijo cuando estuvimos lo bastante lejos para que no nos oyeran:
-Así que……¿Ellas es Samanta ? Si te preguntas por que dije eso es porque conociéndote cuando te quedaste “embobado” con ella supe que dirías algo tonto por eso decidí hablar yo misma.
Y de la fiesta: ¿Cuándo me planeabas invitar jovencito?
Lo que me dijo me quedo duda, ¿Acaso en verdad se me noto lo que sucedió al ver a Samanta? Según yo duro a lo mucho 2 segundos y nadie me estaba viendo.
-No te había invitado porque esa fiesta no es para celebrarme, aunque no fuera seguirían sin mí y la mitad de los que seguramente fueron invitados ni siquiera me conocen.
Vimos una película de esas cursis que tanto le gustaban a Paty y después de eso nos dirigimos al centro comercial de la plaza, caminamos viendo que cosas había de nuevo. Yo por mi parte solo me detenía en la música o en los videojuegos pero Paty era la típica mujer que mira de todo.
Después de unas 2 horas de ver zapatos y ropa le dije:
-¿Qué no es aburrido para ti ver zapato tras zapato  y ropa tras ropa?
-Jajaja. Hay mi niño…. Para las mujeres esto no es nada aburrido, hay tantos estilos para combinar y cambian con cada temporada. Siempre hay algo más que ponerse.
Ese razonamiento me pareció ridículo pero algo de razón tenía (en el caso femenino si pues existen muchas cosas que se pueden poner pero en el lado masculino no puedes colocarte algo más allá de un pantalón y una camisa o playera,  es triste).
Salimos del centro comercial alrededor de las 7:00 de la noche, llegamos a su carro y nos encaminamos al café, suponía que regresaríamos al café a pasar la noche como la vez anterior pero en vez de eso tomo un camino diferente, nos dirigimos al mejor hotel de la ciudad llamado “The kingdom”.
Me dijo al llegar a la puerta donde el valettparquin tomaba su función:
-Quiero que esta noche sea algo especial para ti por eso hoy pasaremos la noche aquí.

Eso sería genial nunca antes había tenido la posibilidad de pasar una noche en un hotel de clase mundial.

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